Diseño de cuestionario y árbol de habilidades
Dentro de la propuesta existen varias mecánicas que tienen como fin último, ayudar al usuario en su recorrido para hacer de su ansiedad social un obstáculo más fácil de superar evitando actitudes, como el phubbing, que no hacen más que afectar al desarrollo social y psicológico de las personas.
Cómo todo, cada recurso de la propuesta tiene que estar fundamentada y tener un ¿por qué? ¿por qué la elección de un método y no de otro? ¿por qué esa mecánica? ¿por qué en este momento y no en otro? todas estas preguntas se verán resueltas a continuación, tratándose exclusivamente sobre el cuestionario de ansiedad social, colocado al inicio de la aplicación; y la sección de árbol de habilidades, un apartado con su propio espacio permanente dentro de la propuesta.
Para comenzar: La ansiedad social no es solo un trastorno que se tiene o no. Tiene diferentes variantes, diferentes intensidades y sus diferentes causas. Puede que una persona no sea diagnosticada con ansiedad social moderada o grave, y aún con ese diagnóstico, puede encontrar difícil relacionarse en un entorno desconocido o saturado de personas, donde utiliza métodos de protección para evitar la ansiedad de socializar, recayendo en un aislamiento autoprovocado.
Por ende, cada usuario, a pesar de compartir características, tendrán una condición diferente con distintos aspectos a mejorar. Con lo cual, llevo al equipo a investigar diferentes tipo de cuestionarios para saber, por lo menos un grado de exactitud satisfactorio, las áreas en que una persona pueda tener ansiedad social y su intensidad de forma general. No se garantiza que estos cuestionarios den un diagnóstico preciso porque para ello se requiere de un profesional que analice a la persona en cuestión, sus resultados y actitudes; sin embargo, son una buena herramienta para comenzar a trabajar con el usuario en cuestión.
Existen diversos cuestionarios que cumplen con este propósito de primer diagnóstico. Para elegir el más adecuado y factible para la aplicación, se empezó a realizar una serie de descartes. Se vio que, comúnmente estos cuestionarios (también llamados escalas de ansiedad social) más utilizados profesionalmente para el diagnóstico de poblaciones, están protegidos con derechos de autor que hacen inutilizable su uso si no es con una adquisición propia de dichos derechos; para su obtención se requiere una paga monetaria, algo que no se encuentra dentro de los alcances, así que fueron descartados.
Otro descarte realizado fue la extensión de dichos cuestionarios; como es de esperarse, lo más extensos suelen ser los más certeros, más estas escalas de mayor precisión contenían alrededor de 40 a 60 preguntas, lo cual no solo dificulta el diagnóstico, también puede crear tensión e irritación en los usuarios, al sentirse abrumados por tantos ítems. Por lo cual fueron descartados.
Consiguientemente nos encontramos con una dificultad que, si bien no planeamos de un inicio, fue de nuestro interés conocer y tomar en cuenta para elección de esta importante sección en nuestra propuesta. Según varias investigaciones, la fiabilidad de las escalas varía dependiendo del idioma, ya que, las preguntas realizadas con diferentes idiomas, puede caer en diferentes interpretaciones, resultando en consecuencia que el usuario responda de una forma errónea al percibir dichas preguntas de una manera distinta a la planeada. Con esto mismo, las investigaciones señalaban que el uso de algunas palabras del inglés al español o portugués, afectaban a los resultados si no se hacían de manera consiente y hasta llegando a restructurar algunos de los ítems solo para conseguir la connotación adecuada. Por lo que, pudimos encontrar la escala definitiva para nuestros usuarios:
la Escala de Ansiedad ante la Interacción Social, abreviado SIAS.
¿Cómo llegamos a este después de todos los descartes? Esta escala no solo cumple con los puntos de derechos de autor, el número de ítems y traducción, también ya ha sido validada y puesto a prueba en estudiantes universitarios mexicanos en el año 2012. Teniendo su propio artículo de validación y la misma encuesta al final de esta. Link: Redalyc.Validación de la Escala de ansiedad en la interacción social en estudiantes universitarios mexicanos
Una vez elegido definitivamente la escala más adecuada, se prosiguió a la realización del árbol de habilidades.
Para el árbol de habilidades se comenzó con la pregunta ¿Qué cosas son necesarias para tener una buena y sana socialización? A partir de eso, el tema recayó en las habilidades sociales, que son justamente las habilidades para una buena interacción con las personas y de las cuáles nuestros usuarios carecen en mayor o menor medida.
Realizando una búsqueda por algún sustento profesional sobre las habilidades sociales esenciales, se encontró con el resultado de la psicóloga Isabel Rovira Salvador, el cuál mediante una publicación en la página Psicología y Mente, menciona 6 tipo de categorías de habilidades sociales y las habilidades que estas incluyen.
Sin embargo, tras analizar todas las habilidades, se determinó que el número total de estas podía sentirse abrumador ante el usuario. Esto tomando en cuenta lo dicho en algunas investigaciones sobre las escalas de ansiedad, donde se mencionan que, si bien entre más secciones existan para tratar la ansiedad social puede dar mejores diagnósticos y resultados, la persona se siente más saturada ante esta y puede que llegue a sentirse disgustada. Por lo que, en el afán de reducir tanto las categorías como el número de habilidades sociales, se buscó una nueva forma de reclasificarlas.
Para tener nuevos resultados, se buscó en el apartado de la inteligencia emocional, la cual busca que la persona identifique sus propios sentimientos, lo de los demás y con base en eso, poder desarrollar una buena interacción social. Con esto en mente, se encontró una publicación del Tecnológico de Monterrey explicando la inteligencia emocional, donde si bien contiene 6 grandes habilidades, pudimos reducirlo a 4 y encajar, dentro de estás, las habilidades sociales descritas en el anterior párrafo.
Con esto, se pudo reducir el número total de habilidades y a su vez, plasmarlas en 4 categorías más amigables y reconocibles con el usuario. Las categorías y las habilidades se muestran a continuación:
Trabar en uno mismo:
• Presentarse uno mismo
• Pedir ayuda
• Convicción
• Expresar sentimientos y emociones
• Auto recompensa
• Quererse a uno mismo
• Autocontrol
• Defender los propios derechos
• Gestionar el sentimiento de vergüenza
• Tolerancia al fracaso
• Saber enfrentarse a las presiones del grupo
• Reconocer las propias habilidades
• Determinación de objetivos
Conversaciones y como mantenerlas:
• Saber iniciar un diálogo
• Presentarse uno mismo
• Miedo a hablar con la gente
• Tono adecuado
• Expresiones físicas
• Mirar a los ojos
• Saber mantener una conversación
• Formulación de preguntas
• Capacidad para compartir
• Gestionar una conversación complicada
o Animar a los demás
o Consolar a los demás
• Habilidades de escucha activa
Entender cómo funciona el otro:
• Capacidad para hacer cumplidos
• Dar y pedir disculpas
• Identificar y conocer las emociones y sentimientos
• Entender los sentimientos de los demás
• Ayudar a los demás
• Responder a la persuasión
• Responder a una acusación
• Confrontar mensajes contradictorios
• Recogida de información
• Respetar los sentimientos de otros
Situaciones sociales:
• Participación
o Capacidad para ofrecer una opinión
o Formular quejas o reclamaciones
o Responder a quejas o reclamaciones
• Sugerir y dar instrucciones
• Tolerar y responder a las bromas
• Evitarles problemas a otras personas
• Identificar la causa de los problemas y resolverlos
• Dar las gracias
• Seguir instrucciones
• Expresión de afectos
• Afrontar el enfado de los demás
• Pedir permiso
• Negociación
• No entrar en peleas
• Defender al otro
• Tomar decisiones
• Concentración en una tarea
Cabe aclarar que las habilidades con una sangría distinta constituyen a puntos esenciales para el desarrollo de las habilidades sociales, pero están estrechamente relacionadas con una habilidad en común, por lo que, más que tener su propio apartado, son derivadas de esta habilidad principal.
Con base en estas habilidades y el SIAS, se buscará crear la relación entre el número de puntaje obtenido en el test, para así determinarlo en las habilidades, haciendo que estas se ajusten al nivel y espacios de ansiedad del usuario.
Referencias:
Connor, K. M.; Davidson, J. R. T.; Churchill, L.; Sherwood, A.; Weisler, R. H.; Foa, E.: Psychometric properties of the Social Phobia Inventory (SPIN): New self-rating scale. The British Journal of Psychiatry 2000; 176(4):379–386
García-Caro, M. P., Rivas-Ruiz, F., & González-López, J. R. (2013). Adaptación y validación de la Escala de Apego Adulto en una muestra española. Anales de psicología, 29(2), 417-426. Recuperado de https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-97282013000200025
García-López, L. J., Piqueras, J. A., & Díaz-Orueta, U. (2015). Fobia social: una revisión de las últimas investigaciones. Universitas Psychologica, 14(2), 757-768. Recuperado de https://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/65643/1/Fobia%20social.pdf
Jiménez-Mejías, E., López-García, M., & de la Torre-Cruz, M. J. (2008). Estrategias de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes universitarios. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 10(2), 1-22. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/801/80127000001.pdf
Observatorio Tec. (2018, 15 de marzo). ¿Qué es la inteligencia social y cómo influye en el aprendizaje? [Entrada de blog]. Tecnológico de Monterrey. Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-social/
Rovira Salvador, I. (2018). Los 12 tipos de habilidades sociales y su importancia. Psicología y Mente. Recuperado de https://psicologiaymente.com/psicologia/tipos-de-habilidades-sociales
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